Observaciones recientes en la Nebulosa de Orión sugieren que las enanas grises, objetos que poseen características tanto estelares como planetarias, podrían potencialmente formar planetas. Un estudio indica que estas enanas grises presentan discos protoplanetarios, desafiando las clasificaciones existentes.
Las enanas grises tienen masas tan bajas como 13 veces la de Júpiter, pero no son lo suficientemente masivas para iniciar la fusión nuclear, por lo que carecen del brillo de las verdaderas estrellas. Hace décadas, el Telescopio Espacial Hubble detectó tales discos en la Nebulosa de Orión, enfocándose en discos protoplanetarios iluminados por la luz ultravioleta de las estrellas más brillantes de la nebulosa.
Kevin Luhman, profesor de astronomía en Penn State y coautor del estudio, señaló que las estrellas emergen de nubes masivas de gas y polvo en las nebulosas. Estas nubes pueden extenderse por años luz y son donde se cree que se forman los planetas poco después de la formación de estrellas.
Las observaciones del Telescopio Espacial James Webb (JWST) han identificado 20 enanas grises probables y dos posibles candidatos, con indicios de discos protoplanetarios. La más pequeña de ellas tiene una masa de solo cinco veces la de Júpiter. Dos de estos candidatos ya habían sido identificados por Hubble como protoplanetarios, y los hallazgos de JWST sugieren que son los discos protoplanetarios más fríos y menos masivos conocidos.
Estas observaciones proporcionan información crítica sobre la naturaleza de las enanas grises y su conexión tanto con las estrellas como con los planetas. Sin embargo, se necesitan más observaciones para llenar los vacíos en la comprensión de estos objetos. Además, JWST ha descubierto otros objetos subestelares inusuales en la Nebulosa de Orión, denominados JuMBO.
Un artículo que detalla este descubrimiento está disponible en arXiv y se publicará en The Astrophysical Journal.