El 31 de octubre de 2024, la Nebulosa del Lobo Oscuro fue capturada en una imagen de 283 megapíxeles por el Telescopio de Sondaje VLT (VST) en el Observatorio Paranal en Chile.
Esta nebulosa se encuentra en la constelación de Escorpio, a aproximadamente 5,300 años luz de la Tierra, cerca del centro de la Vía Láctea. La imagen cubre un área del cielo equivalente a cuatro lunas llenas, pero en realidad es parte de una nebulosa más grande conocida como Gum 55.
Las nebulosas oscuras son nubes frías de polvo cósmico que son tan densas que oscurecen la luz de las estrellas y otros objetos detrás de ellas. A diferencia de otras nebulosas, no emiten luz visible; los granos de polvo absorben la luz visible y solo permiten el paso de longitudes de onda más largas, como la radiación infrarroja. Los astrónomos estudian estas nubes de polvo helado porque a menudo contienen nuevas estrellas en formación.
La imagen muestra de manera espectacular cómo el Lobo Oscuro se destaca contra las brillantes nubes de formación estelar detrás de él. Estas coloridas nubes están compuestas principalmente de gas hidrógeno y brillan en tonos rojizos debido a la intensa radiación ultravioleta de las estrellas recién nacidas en su interior.
Mientras que algunas nebulosas oscuras, como la Nebulosa Saco de Carbón, son visibles a simple vista y tienen un significado cultural para los pueblos indígenas, la Nebulosa del Lobo Oscuro no lo es. Esta imagen fue creada usando datos del Telescopio de Sondaje VLT, que es propiedad del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia (INAF) y está ubicado en el Observatorio Paranal en el desierto de Atacama, Chile. El telescopio está equipado con una cámara especialmente diseñada para cartografiar el cielo austral en luz visible.
La imagen se compiló a partir de imágenes tomadas en diferentes momentos, cada una con un filtro que permitía pasar un color de luz diferente. Todas fueron capturadas durante el Sondaje Fotométrico Ha del Plano Galáctico y el Bulto Austral (VPHAS+), que ha estudiado alrededor de 500 millones de objetos en nuestra Vía Láctea.
Sondeos como este ayudan a los científicos a comprender mejor el ciclo de vida de las estrellas dentro de nuestra galaxia, y los datos obtenidos se ponen a disposición del público a través del portal científico de ESO.