Datos recientes de la sonda OSIRIS-REx de la NASA, que recolectó muestras del asteroide Bennu entre 2018 y 2021, sugieren la existencia de una posible quinta fuerza fundamental de la naturaleza. Esta fuerza podría unirse a la gravedad, el electromagnetismo y las interacciones nucleares fuertes y débiles, potencialmente extendiéndose más allá del Modelo Estándar de la física.
Los investigadores proponen que esta quinta fuerza podría ser mediada por partículas ultraligeras hipotéticas, posiblemente relacionadas con la materia oscura, que aún no ha sido detectada directamente. Un estudio liderado por el astrofísico Yu-Dai Tsai del Laboratorio Nacional de Los Álamos sugiere que el análisis de la órbita de Bennu alrededor del Sol podría ayudar a establecer límites sobre la masa de estas partículas, si es que existen.
Tsai declaró que los datos de seguimiento de Bennu podrían mejorar la comprensión de la gravedad y la materia oscura, con implicaciones para el Modelo Estándar de la física. La investigación se basa en la idea de que fuerzas invisibles pueden inferirse a partir de sus efectos sobre los objetos, de manera similar a cómo una ligera inclinación en una mesa de billar afecta el movimiento de las bolas.
Las mediciones precisas de la trayectoria de Bennu ofrecen una oportunidad única para detectar efectos sutiles de estas fuerzas hipotéticas. Una teoría sugiere que las partículas asociadas con la materia oscura podrían modificar la gravedad a escalas más grandes, afectando las órbitas de los cuerpos celestes. Estas partículas se comportarían de acuerdo con la interacción de Yukawa, que propone un nuevo campo que alteraría ligeramente las leyes de Newton.
Si bien los resultados actuales indican que la física existente es suficiente para explicar el movimiento de Bennu, no descartan la existencia de una quinta fuerza. Sin embargo, imponen límites rigurosos sobre su potencia o alcance, sugiriendo que se encuentra por debajo de un nivel detectable con la tecnología actual.
La búsqueda de una quinta fuerza y de partículas responsables de la materia oscura continúa, y los asteroides pueden desempeñar un papel crucial en esta investigación. Según Tsai, las trayectorias de estos objetos espaciales pueden contener anomalías que ayuden a desvelar nuevas leyes de la física.