Los humedales costeros, ecosistemas vitales que brindan numerosos beneficios, están cada vez más amenazados por la salinización. Si bien la sal es un componente natural, la intrusión excesiva, exacerbada por las actividades humanas y la gestión insostenible de la tierra, representa un riesgo significativo para su equilibrio ecológico.
Importancia de los humedales costeros
Los humedales costeros, incluidos los marismas saladas y los manglares, ofrecen hábitats críticos y desempeñan un papel clave en el bienestar humano. Contribuyen a la seguridad alimentaria, el agua potable, la regulación del clima y la mitigación de desastres naturales. Estos humedales también protegen las costas de la erosión y las inundaciones, actuando como amortiguadores naturales contra las tormentas.
La creciente amenaza de la salinización
La gestión insostenible de la tierra y la expansión hacia las zonas costeras exacerban la salinización. El cambio climático, incluido el aumento del nivel del mar y la alteración de los patrones de lluvia, intensifica aún más esta amenaza. La intrusión de agua salada en los acuíferos costeros, a menudo impulsada por la extracción excesiva de agua subterránea, conduce a la salinización del suelo a largo plazo.
Mitigación y prácticas sostenibles
Abordar la salinización requiere prácticas sostenibles para equilibrar las necesidades humanas y la salud ambiental. La protección y restauración de los humedales costeros es crucial para mitigar los impactos del cambio climático y garantizar la provisión continua de servicios ecosistémicos vitales.