La tormenta tropical Sara ha causado estragos en Centroamérica, especialmente en Honduras y Costa Rica, provocando inundaciones significativas y desplazando a miles. La tormenta, que se mueve lentamente a aproximadamente 5 km/h con vientos sostenidos máximos de 120 km/h, ha dejado al menos un fallecido y más de 47,000 afectados en el norte de Honduras.
En Costa Rica, la tormenta ha obligado a 3,057 personas a refugiarse en albergues, siendo las áreas más afectadas Guanacaste y Puntarenas. Los informes indican 597 incidentes relacionados con inundaciones en Puntarenas, lo que ha llevado a evacuaciones urgentes. La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) de Costa Rica ha aumentado el número de albergues de 40 a 47 en 48 horas debido al aumento de personas desplazadas.
A medida que la tormenta avanza hacia Belice y Guatemala, las autoridades se preparan para más lluvias y posibles deslizamientos de tierra, lo que agrava la situación ya crítica. La región permanece en alerta alta mientras las comunidades continúan lidiando con las secuelas de la tormenta.