La Royal Navy está reforzando su vigilancia submarina con el sistema 'Lura', una tecnología impulsada por IA desarrollada por Helsing. Este despliegue responde a las crecientes preocupaciones sobre las operaciones navales rusas y las posibles amenazas a la infraestructura submarina.
Lura utiliza planeadores submarinos autónomos equipados con sensores acústicos avanzados para detectar y clasificar los sonidos submarinos con precisión. Estos drones, diseñados inicialmente para rastrear las migraciones de ballenas, pueden operar hasta por tres meses, monitoreando silenciosamente los océanos. Cuando se detecta una señal sospechosa, el planeador emerge y transmite datos a un centro de comando para su análisis.
La IA detrás de Lura analiza las señales acústicas, distinguiendo entre diferentes embarcaciones, incluso dentro de la misma clase. Esto se logra utilizando una vasta base de datos de firmas acústicas recopiladas durante 56 años. El sistema analiza y clasifica los datos acústicos más rápido que los operadores humanos, lo que permite la detección de amenazas casi en tiempo real. La Royal Navy tiene como objetivo desplegar Lura en pasajes marítimos estratégicos para proteger la infraestructura submarina crítica.