Los parques ecoturísticos de Filipinas destacan la biodiversidad y los esfuerzos de conservación

Edited by: Anna Klevak

Filipinas está experimentando un notable aumento en el ecoturismo, destacando su rica biodiversidad y su compromiso con la conservación. A medida que el país promueve sus impresionantes atracciones naturales, tanto visitantes locales como internacionales se sienten atraídos por sus eco-parques, que ofrecen experiencias educativas y aventuras inolvidables.

Entre estos eco-parques se encuentra un santuario de 344 hectáreas en Dipolog City, establecido en 1958, conocido por sus actividades anuales de reforestación que apoyan el crecimiento de diversas especies de árboles maduros. Este parque sirve como un refugio pacífico para los entusiastas de la naturaleza, perfecto para excursiones escolares y picnics familiares.

En la isla de Olango, un santuario de manglares único invita a las familias a explorar sus paisajes exuberantes a través del kayak y la observación de aves, mientras disfrutan de mariscos frescos en un entorno sereno. Las familias que buscan aventura pueden visitar un parque en Rizal, que ofrece impresionantes vistas y atracciones desafiantes, aunque las regulaciones de seguridad restringen el acceso a niños menores de 12 años.

Otro destino notable es un área protegida en Nueva Ecija, celebrada por sus ríos de aguas cristalinas y formaciones de piedra caliza, ideal para nadar y relajarse. En Davao City, un complejo montañoso transformado de una zona talada en un bosque próspero ofrece tirolesas y un mini zoológico, atendiendo a familias con diversos intereses.

El proyecto de reforestación de manglares de Kalibo se ha convertido en una atracción popular, que presenta un sendero de bambú que permite a los visitantes apreciar la flora y fauna local. Además, el sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO en Puerto Princesa ofrece recorridos en bote a través de impresionantes cuevas de piedra caliza, cautivando a los niños mayores y adultos por igual.

En Cebu, la Reserva Natural del Río Bojo ha pasado de ser un área de producción de carbón a un destino ecológico preservado, con pasarelas y recorridos de aventura ecológica. Mientras tanto, el Parque Ecoturístico Malasag en Cagayan de Oro City combina belleza botánica con educación cultural, convirtiéndolo en un lugar maravilloso para la unión familiar.

Un parque que se extiende por 1,120 hectáreas a lo largo del río Magat ofrece alojamiento nativo y oportunidades de senderismo, perfecto para familias que buscan aventuras en la naturaleza. Finalmente, el sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO en el Mar de Sulu presenta vibrantes arrecifes de coral y diversas especies marinas, ofreciendo experiencias de esnórquel y buceo que revelan la esplendor submarino de Filipinas.

Estos parques ecoturísticos no solo fomentan una conexión con la naturaleza, sino que también enfatizan la importancia crítica de los esfuerzos de conservación, asegurando que las generaciones futuras puedan disfrutar de la belleza natural de Filipinas.

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