La fauna de Hamburgo se enfrenta a importantes desafíos debido a las condiciones de sequía extrema. La crisis climática está exacerbando la situación, lo que lleva a la pérdida de hábitat y a la reducción de la disponibilidad de alimentos para diversas especies.
Las poblaciones de anfibios están disminuyendo a medida que sus aguas de cría se secan prematuramente, impidiendo que las larvas se desarrollen. También se están encontrando ardillas deshidratadas y demacradas, lo que pone de relieve el impacto generalizado de la sequía.
La falta de humedad afecta a la cadena alimentaria, ya que las lombrices de tierra se retiran a las profundidades del suelo, haciéndose inaccesibles para animales como los erizos y los mirlos. Las golondrinas luchan por encontrar el barro necesario para la construcción de sus nidos.
Los expertos recomiendan proporcionar fuentes de agua en los jardines y evitar los entornos estériles para apoyar a la fauna. Las plantas autóctonas pueden mejorar el microclima y ofrecer alimento y refugio a los animales.
Los conservacionistas temen que estas condiciones de sequía puedan convertirse en la nueva normalidad debido al cambio climático. Esto podría acelerar aún más la extinción de especies, haciendo que la protección del hábitat sea crucial.