Es una creencia común que el amor no es exclusivo de los humanos, y quienes conviven con perros lo saben bien. Si bien el afecto canino puede no ser un reflejo exacto del amor romántico humano, los perros son capaces de formar lazos emocionales fuertes, mostrar un apego intenso y exhibir comportamientos que se asemejan al amor.
Desde buscar la proximidad de otro perro hasta mostrar afecto y lealtad, muchos dueños han sido testigos de lo que parece ser un auténtico flechazo canino. Pero, ¿realmente se enamoran los perros? ¿O es simplemente una manifestación de sus instintos sociales?
Según Philip Tedeschi, profesor del Instituto de Conexión Humano-Animal de la Universidad de Denver, los perros pueden experimentar amor y formar lazos emocionales profundos con sus dueños y otros animales. El vínculo entre humanos y perros está científicamente respaldado. La oxitocina, conocida como la "hormona del amor", juega un papel clave en estas relaciones.
Un estudio de 2015 de la Dra. Miho Nagasawa demostró que el contacto visual entre un perro y su dueño activa el sistema de oxitocina en ambos, fortaleciendo el vínculo afectivo. Este mismo mecanismo está presente en otras relaciones significativas, como entre madres e hijos o parejas humanas.
Tedeschi explica que, aunque el amor canino no es idéntico al amor humano, ambos comparten la capacidad de sentir emociones profundas y demostrar afecto intencionalmente. Conceptos como la Teoría de la Mente (ToM) y la Creencia en la Mente Animal (BAM) respaldan la idea de que los perros son muy sensibles a las conexiones sociales.
Un estudio revela que el 94% de los dueños creen que sus perros los aman, y el 88% afirma comprender su "lenguaje del amor".