El peso filipino cerró con fuerza el 27 de diciembre de 2024, el último día de negociación del año, mientras las intervenciones monetarias buscaban evitar que la moneda cayera por debajo del mínimo histórico de 59 P:$1. El peso se apreció en 12,5 centavos, terminando en 57,845 P:$1, en comparación con 57,97 P del día anterior.
Durante el año, el peso se depreció en 2,475 P frente al dólar estadounidense, cerrando en 55,37 P:$1 el 29 de diciembre de 2023. Sin embargo, ha mejorado en 1,155 P desde su mínimo histórico de 59 P:$1 alcanzado el 19 de diciembre de 2024.
Michael Ricafort, economista jefe de Rizal Commercial Banking Corp., señaló que el desempeño del peso seguirá dependiendo de las intervenciones, que han sido necesarias durante más de dos años. Estas medidas buscan gestionar la inflación y estabilizar el tipo de cambio del peso, impactando los costos de importación y la inflación general.
El gobernador del Bangko Sentral ng Pilipinas (BSP), Eli Remolona, confirmó que el banco central interviene en el mercado de divisas durante períodos de estrés para el peso. Ricafort sugirió que la reciente fortaleza del peso podría estar relacionada con el aumento de las remesas de trabajadores filipinos en el extranjero (OFW) y el gasto relacionado con las festividades.
De cara al futuro, el BSP ha indicado su apertura a más recortes de tasas a principios de 2025, después de una reducción total de 75 puntos básicos en 2024, incluyendo un recorte de 25 puntos básicos en diciembre.