Un estudio que examina el papel de los emojis en la comunicación moderna revela que su importancia se extiende mucho más allá de las simples expresiones. El profesor Patrick Georg Grosz de la Universidad de Oslo destaca que los emojis se han vuelto esenciales para transmitir emociones y matices que a menudo faltan en la comunicación basada en texto. La investigación enfatiza cómo los emojis compensan la falta de señales no verbales como la entonación y las expresiones faciales, que son frecuentes en las interacciones cara a cara.
El estándar Unicode incluye actualmente aproximadamente 3.800 emojis, que van desde representaciones realistas de rostros y gestos hasta iconos simbólicos. El estudio explora cómo la interpretación de estos emojis puede variar entre culturas y generaciones. Por ejemplo, la "cara con nariz larga" a menudo se asocia con el engaño, mientras que la "cara sonriente" puede tener diferentes connotaciones según el grupo de edad que la utilice.
Los investigadores, incluido Grosz, han analizado las sutiles diferencias en los diseños de emojis. Por ejemplo, estudiaron la distinción entre una cara sonriente con dientes visibles y una cara sonriente simple. Los resultados indicaron que la primera a menudo se asocia con la alegría, mientras que la segunda transmite humor o diversión. Esta investigación subraya cómo estas variaciones aparentemente menores pueden influir significativamente en el tono de la comunicación digital.
El estudio también examina el uso de múltiples emojis de besos, que difieren en la expresión de los ojos. Si bien algunos usuarios pueden no notar las diferencias, otros seleccionan intencionalmente emojis de besos específicos para reflejar su estado de ánimo o el contexto del mensaje. Grosz concluye que los emojis funcionan de manera similar a los gestos y las expresiones faciales en las conversaciones de la vida real, agregando una capa emocional a la comunicación y convirtiéndose en una parte integral de la gramática moderna y la sociolingüística.