El 9 de octubre de 2024, la Unión General de Trabajadores (UGT) publicó un informe que destaca el alarmante estado de la salud mental entre los trabajadores españoles. Según el informe, el 37 % de los empleados en España sufre de estrés, depresión o ansiedad relacionados con su trabajo, lo que es significativamente más alto que el promedio de la Unión Europea del 27 %.
El informe coincide con el Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre. En los primeros nueve meses de 2024, España registró más de 468.000 ausencias laborales debido a problemas de salud mental, con proyecciones que indican que este número superará los 600.000 para fin de año.
Los hallazgos clave del informe revelan que el 48 % de los trabajadores experimentan una presión temporal significativa o sobrecarga de trabajo, superando el promedio de la UE del 46 %. Además, el 19 % informa haber sido objeto de violencia o abuso verbal por parte de clientes o estudiantes, en comparación con el promedio de la UE del 16 %.
En general, el 34 % de la población española enfrenta algún tipo de problema de salud mental, siendo las mujeres las más afectadas. La ansiedad, la depresión y los trastornos del sueño son los problemas más comunes. De manera alarmante, un promedio de 11 personas se suicidan cada día en España, con datos provisionales que indican un total de 3.952 suicidios en 2023.
UGT enfatiza que las condiciones laborales impactan significativamente en la salud mental, siendo las malas condiciones de trabajo, la inseguridad laboral y las largas jornadas perjudiciales. El informe llama la atención sobre diversos factores psicosociales y organizativos, como la hiperconectividad y la sobrecarga cualitativa, que deben abordarse para mejorar la salud mental en el lugar de trabajo.
El sindicato aboga por un enfoque integral para abordar los problemas de salud mental en el trabajo, incluida una mejor evaluación de riesgos y el reconocimiento de condiciones psicosociales relacionadas con el trabajo. UGT cree que si estas condiciones fueran reconocidas como contingencias profesionales, deberían ser gestionadas por las Mutuas Colaboradoras de la Seguridad Social, aliviando así la carga del sistema de salud pública.
Además, UGT pide una actualización de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales para adaptarse a las realidades laborales actuales y mejorar la gestión de los riesgos psicosociales en las empresas. Actualmente, hay abierta una mesa de diálogo social sobre la prevención de riesgos laborales, donde continúan las negociaciones y se observan algunos avances.
A pesar de estas discusiones, UGT sigue reclamando la elaboración de una normativa diferenciada sobre la gestión de los riesgos psicosociales de origen laboral, así como la actualización del listado de enfermedades profesionales para incluir las patologías asociadas a estos riesgos laborales. A nivel europeo, el sindicato considera esencial una Directiva comunitaria que sirva de paraguas para todos los Estados miembros.