Una vida saludable depende de un descanso de calidad. Aunque muchos ven el sueño como una pérdida de tiempo, la investigación muestra que siete a ocho horas de sueño diario superan cualquier medicamento para combatir el estrés y la ansiedad.
El desafío radica en lograr un sueño reparador, especialmente después de un día agitado lleno de sobreestimulación. Consultar a un médico y buscar apoyo psicológico son esenciales para la salud mental, pero recurrir a la naturaleza también puede aliviar los síntomas.
Entre las diversas soluciones naturales, las tés de hierbas se han utilizado durante siglos. Hoy nos enfocamos en dos opciones calmantes: infusiones de melisa y lavanda.
La melisa, también conocida como toronjil, es una planta europea que pertenece a la familia de la menta. Es venerada por su eficacia para aliviar diversos malestares. Según el sitio web de Bayer, la melisa es rica en compuestos fenólicos y flavonoides, y sus hojas contienen aceites esenciales beneficiosos para la salud.
La lavanda, reconocida por su fragancia distintiva y su color violeta, es celebrada por sus propiedades calmantes y ansiolíticas, confirmadas por numerosos estudios científicos. Sirve como un recurso valioso en tratamientos tradicionales para la salud mental, particularmente la ansiedad y la depresión. La lavanda también posee cualidades antibacterianas y antiinflamatorias.
Beber té de lavanda puede ayudar a relajar la mente y reducir los síntomas de ansiedad y estrés. Un estudio de 2020 publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. destacó su efectividad.
El té de lavanda se puede disfrutar caliente o frío, según las preferencias personales. Para preparar té de lavanda, siga estos sencillos pasos:
Como con cualquier remedio a base de hierbas, es importante señalar que el consumo de melisa o lavanda no debe sustituir el tratamiento médico, y siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de incorporar hierbas a su rutina diaria.