Entendiendo la neurodivergencia: Reconociendo signos y abrazando diferencias

El término "neurodivergencia" se refiere a diferentes funciones cerebrales que se desvían de las funciones típicas, o "neurotípicas". Aunque la neurodivergencia puede adoptar muchas formas, los comportamientos repetitivos centrados en el cuerpo (BFRBs) a menudo indican estas diferencias.

Algunos de estos comportamientos están asociados con varios diagnósticos, como el autismo, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

Según los expertos, las siguientes son siete conductas que pueden señalar neurodivergencia:

  • Rascarse la piel: Conocido como dermatillomanía, este comportamiento implica el impulso persistente de picar la piel, ya sea en granos o heridas. A menudo se relaciona con el TOC, el TDAH o el trastorno de ansiedad generalizada (TAG). Las personas pueden buscar alivio o satisfacción a través de este hábito, que, en exceso, puede llevar a daños en la piel.

  • Tirarse del cabello: La tricotilomanía se refiere a la continua extracción de cabello de varias partes del cuerpo, como el cuero cabelludo, las pestañas o las cejas. Este comportamiento, que puede provocar pérdida de cabello, está asociado con el TOC, el TDAH y el autismo. A menudo, las personas no son conscientes de que se están tirando del cabello, lo que destaca el aspecto inconsciente de estos BFRBs.

  • Caminar de puntillas: Caminar de puntillas en lugar de sobre los talones es común en los niños, pero también puede ocurrir en adultos. Aunque este hábito se ha asociado con el autismo, es importante considerar otras posibles causas, como lesiones no diagnosticadas. En casos de neurodivergencia, este hábito puede servir como un método de autorregulación.

  • Morderse las mejillas: Morderse el interior de las mejillas puede ser otro comportamiento repetitivo asociado con el TOC. Este hábito a menudo conduce a llagas o úlceras en la boca y puede empeorar la salud de las encías y los dientes. Este comportamiento generalmente expresa ansiedad o nerviosismo, aunque en algunos casos es inconsciente.

  • Morderse las uñas: Conocido como onicofagia, este comportamiento puede estar relacionado con el TOC. Aunque muchas personas se muerden las uñas por razones no relacionadas con la neurodivergencia, como el estrés o el aburrimiento, en las personas neurodivergentes, este hábito puede funcionar como un medio para manejar las percepciones sensoriales o la autorregulación.

  • Crackear las articulaciones: La tendencia constante a hacer crujir las articulaciones de los dedos también se asocia con el TOC. Este comportamiento puede involucrar no solo los dedos, sino también otras articulaciones, como el cuello, lo que puede provocar lesiones. La necesidad de la sensación de "alivio" a través de estos movimientos puede estar relacionada con la ansiedad o el trastorno obsesivo-compulsivo.

  • Posición de sueño específica: Un comportamiento que ha sido notado por la comunidad neurodivergente es dormir con las manos en una posición particular, donde las muñecas están dobladas bajo la barbilla. Aunque es difícil determinar si esta posición está directamente relacionada con la neurodivergencia, es un hábito que a menudo es reportado por personas que se identifican como neurodivergentes.

El término neurodivergencia abarca un espectro de diferentes formas de funcionamiento cerebral y comportamientos. El hecho de que alguien presente uno o más de estos comportamientos no significa necesariamente que sea neurodivergente. Un profesional de la salud mental puede ayudar a las personas a determinar si son neurodivergentes, pero también pueden autoidentificarse como tales.

"No es algo que deba ser formalizado por un profesional", enfatiza la psicóloga Susan Albers de la Cleveland Clinic, hablando con Very Well Health. Ella señala que entender que uno piensa de manera diferente no es necesariamente algo negativo. Aceptar estas diferencias puede mejorar la calidad de vida de las personas. "Cuando comenzamos a examinar las diferencias en cómo funcionan los cerebros de las personas, [vemos] que no siempre es negativo pensar de manera diferente", enfatiza.

Para aquellos que desean cambiar o adaptar sus comportamientos repetitivos, buscar ayuda de un terapeuta es crucial. Los terapeutas pueden sugerir comportamientos de reemplazo que ofrezcan la misma experiencia sensorial sin ser dañinos. "De lo que hablamos [en estas sesiones] es de un comportamiento de reemplazo, algo que es menos dañino pero que tiene la misma experiencia sensorial" para la persona, señala Susan Albers. Por ejemplo, algunas personas encuentran reconfortante aplicar hielo en su piel en lugar de rascarse o picarse.

Entender y reconocer estos comportamientos como posibles signos de neurodivergencia es un paso hacia la aceptación de la diversidad y la comprensión de las necesidades de las personas que piensan y se comportan de manera diferente.

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