El stimming, o comportamiento autoestimulatorio, implica movimientos o sonidos repetitivos. Es común entre individuos con trastorno del espectro autista (TEA) y sirve para varios propósitos, principalmente la autorregulación.
El stimming ayuda a manejar las emociones, a lidiar con la sobrecarga o la falta de estimulación sensorial y a reducir la ansiedad. Estos comportamientos pueden incluir aleteo de manos, balanceo, repetición de palabras o concentración en objetos específicos. El stimming es diverso y abarca experiencias auditivas, táctiles, visuales, vestibulares y olfativas.
Si bien el stimming suele ser beneficioso, proporcionando consuelo y concentración, a veces puede ser perturbador o dañino. En tales casos, las estrategias pueden ayudar a las personas a encontrar formas más seguras de autorregularse. Comprender y aceptar el stimming es crucial para fomentar el apoyo y reducir el estigma de las personas con TEA.