Toyota Motor Corp. anticipa una caída de ganancias de $1.2 mil millones debido a los aranceles de EE. UU. Esta proyección se produce en medio de las negociaciones comerciales en curso entre EE. UU. y Japón. La industria automotriz enfrenta importantes impactos financieros debido a estos aranceles.
Los aranceles, impuestos a los automóviles y autopartes importados, están afectando la rentabilidad de Toyota. A pesar de aumentar la producción local en los EE. UU., Toyota todavía depende de las importaciones. La compañía proyecta un ingreso operativo de ¥3.8 billones ($26.1 mil millones) para el año fiscal que finaliza en marzo de 2026.
Las negociaciones entre EE. UU. y Japón comenzaron en febrero, con la esperanza de llegar a un acuerdo en junio. Un punto clave de discordia es el déficit comercial de EE. UU. de $68.5 mil millones con Japón. El resultado de estas conversaciones impactará significativamente el desempeño financiero de Toyota y su estrategia de fabricación global.
Toyota se compromete a mantener su base de producción nacional en Japón. El presidente Akio Toyoda se comprometió a seguir fabricando al menos tres millones de vehículos al año en Japón. La compañía ha invertido fuertemente en sus operaciones en EE. UU., incluida una nueva planta de baterías en Carolina del Norte.
La compañía enfrenta desafíos para cambiar la producción debido a las limitaciones de capacidad en sus fábricas de EE. UU. La fábrica de Toyota en Georgetown, Kentucky, está operando a casi el 100 por ciento de su capacidad. Las negociaciones comerciales en curso y las implicaciones arancelarias serán cruciales para la industria automotriz global.