Los ministros de Asuntos Exteriores del G7 se reunieron en Charlevoix durante tres días, donde reafirmaron su apoyo a la integridad territorial de Ucrania frente a la agresión rusa. Instaron a Rusia a aceptar la tregua de 30 días propuesta por Ucrania, amenazando con más sanciones si se niega. Mientras que Estados Unidos pidió concesiones de ambas partes, las naciones europeas enfatizaron las garantías de seguridad para una paz duradera.
La cumbre también abordó la necesidad de ayuda humanitaria sin trabas a Gaza y un alto el fuego permanente en el conflicto israelí-palestino, lo que marca una concesión de la administración estadounidense. Las discusiones se produjeron en medio de tensiones por las disputas comerciales iniciadas por Estados Unidos. A pesar de los desacuerdos, el G7 expresó unidad, particularmente con respecto a la crisis de Ucrania, tras la aprobación por Kiev del alto el fuego propuesto por Estados Unidos. Vladimir Putin ha expresado un apoyo condicional a una tregua, a la espera de conversaciones con Estados Unidos.