Riad, Arabia Saudita, se convirtió el martes en el punto focal cuando el Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, se reunieron para discutir la normalización de las relaciones y negociar un posible acuerdo de paz para Ucrania.
Ni el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ni representantes de la Unión Europea fueron invitados a la reunión. J.D. Vance, el vicepresidente de EE. UU., insinuó en la Conferencia de Múnich el sábado que los países europeos no tendrían un papel protagonista en estas discusiones.
Lavrov declaró el lunes que Europa perdió su derecho a participar después del incumplimiento de los acuerdos de Minsk por parte de Kiev, Berlín y París hace una década.
La llegada de Rubio a Riad siguió a una visita a Israel, donde Benjamin Netanyahu apoyó la idea de Donald Trump de evacuar a los palestinos de Gaza.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó el lunes que Yuri Ushakov, asesor de Putin en asuntos internacionales, se unió a Lavrov en la delegación rusa. Rubio estuvo acompañado por Steve Witkoff, enviado de Trump a Oriente Medio, y el Asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz.
Zelenski, durante una visita oficial a los Emiratos Árabes Unidos, declaró que Ucrania no aceptaría ningún resultado de la reunión de Riad y buscaría explicaciones del príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman.
Antes de la reunión de Riad, Trump y el presidente francés, Emmanuel Macron, hablaron por teléfono durante 30 minutos. Macron también contactó a Zelenski, quien reiteró que Ucrania no aceptaría ninguna negociación sin su presencia.