El presidente Donald Trump y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky se reunieron el 26 de abril de 2025 en el Vaticano, marcando su primer encuentro desde una reunión contenciosa en febrero. La reunión se produjo al margen del funeral del Papa Francisco.
Zelensky describió la reunión como "buena" y expresó su esperanza de obtener resultados positivos en áreas como la protección de vidas ucranianas y el logro de un alto el fuego. Enfatizó la importancia de una paz duradera para prevenir futuros conflictos. Un portavoz de la Casa Blanca confirmó que la reunión fue productiva y duró aproximadamente 15 minutos.
Trump insinuó posibles nuevas sanciones contra Rusia, cuestionando el compromiso del presidente Putin con la paz tras los recientes ataques contra Kiev. Sugirió que Rusia podría requerir medidas más enérgicas, como sanciones bancarias o secundarias. El plan de paz propuesto por Trump incluye un alto el fuego, el posible reconocimiento por parte de Estados Unidos de Crimea como territorio ruso y el reconocimiento de facto de los territorios controlados por Rusia, excluyendo la región de Járkov. El plan también sugiere que Ucrania permanezca fuera de la OTAN, pero que potencialmente se una a la UE, se levanten las sanciones contra Rusia y se transfiera el control de la planta de energía nuclear de Zaporizhzhia a los Estados Unidos.
Ucrania y sus aliados europeos han propuesto una contraoferta, abogando por posponer las discusiones territoriales hasta que se establezca un alto el fuego y negándose a reconocer el control ruso sobre cualquier territorio ucraniano. Esta contraoferta también exige retrasar el levantamiento de las sanciones, aumentar las garantías de seguridad para Ucrania y obtener una compensación de Rusia por los daños de guerra. El tema de Crimea sigue siendo un importante punto de discordia, con Zelensky rechazando la formalización del control ruso, lo que provocó advertencias de Trump sobre posibles pérdidas adicionales para Ucrania.