Tras el anuncio del presidente Trump la semana pasada de un plan de paz y negociaciones con Rusia con respecto a Ucrania, los líderes europeos convocaron una cumbre de emergencia en París. Representantes de Alemania, Gran Bretaña, Italia, Polonia, España, los Países Bajos y Dinamarca, junto con el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, y funcionarios de la UE, discutieron un enfoque unificado para un posible alto el fuego.
El presidente francés, Emmanuel Macron, instó a sus colegas a ver las acciones de Trump como una oportunidad en lugar de una amenaza, advirtiendo contra una guerra de palabras transatlántica. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró que la seguridad europea se encuentra en un "punto de inflexión". El primer ministro polaco, Donald Tusk, advirtió que no invertir en defensa ahora podría generar costos significativamente más altos más adelante para evitar una guerra mayor.
Las discusiones revelaron divisiones entre los aliados. Si bien Gran Bretaña y Francia están presionando para que se cree una fuerza de paz para asegurar un posible alto el fuego, Alemania expresó reservas, considerando tales discusiones como "prematuras". El primer ministro Keir Starmer indicó la disposición del Reino Unido a estacionar fuerzas de paz, mientras que Suecia también se mostró abierta. El canciller alemán Olaf Scholz enfatizó la importancia de garantizar que cualquier acuerdo de paz no pase por alto los intereses ucranianos.
Francia ha estado abogando por una fuerza de paz europea desde diciembre. El ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, mencionó las conversaciones en curso sobre el despliegue de tropas, en particular de Francia, Gran Bretaña y Polonia. Alemania, a pesar de tener uno de los ejércitos más grandes de la OTAN, no fue mencionada. Polonia también aclaró que no planea enviar soldados.
Los funcionarios de la UE enfatizaron su importante contribución financiera a Ucrania, que supera los 130 mil millones de euros en ayuda militar, financiera y humanitaria en los últimos tres años, lo que justifica su participación en las discusiones sobre el futuro de Ucrania y la seguridad europea.
El tamaño potencial de una fuerza de paz europea sigue sin estar claro, con cifras que van desde las especulaciones iniciales de 40.000 hasta la sugerencia del presidente Zelenskyy de 200.000, considerada poco realista. Zelenskyy ve el despliegue de fuerzas de paz como un precursor de un futuro ejército europeo.
Mientras tanto, Estados Unidos y Rusia están acelerando sus esfuerzos. El secretario de Estado Marco Rubio y el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, tienen previsto reunirse en Riad el martes. Lavrov cuestionó la necesidad de la participación de la UE en estas conversaciones, citando una participación improductiva en el pasado.
Rusia alega la injerencia occidental en la destitución en 2014 del presidente pro-Moscú de Ucrania y afirma que el acuerdo de Minsk fue una tapadera para fortalecer militarmente a Ucrania.