Las recientes declaraciones de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) de Sudán han renovado el enfoque en el papel de Egipto en el conflicto en curso en Sudán, que ha visto a dos generales rivales luchando por el control durante más de un año, lo que ha resultado en miles de muertes y millones de desplazados.
Las RSF emitieron una advertencia severa a El Cairo, revelando por primera vez que actualmente tienen "prisioneros egipcios" que supuestamente participaron junto al ejército sudanés en la guerra actual. La declaración acusó al gobierno egipcio de mantener una postura sesgada hacia las instituciones militares y de apoyar al ejército sudanés, que las RSF afirman está completamente controlado por los Hermanos Musulmanes.
La declaración de las RSF también alegó que Egipto no ha cesado el apoyo militar al ejército sudanés, incluyendo armas, municiones y entrenamiento, junto con apoyo técnico, político, diplomático y mediático.
Históricamente, Egipto y Sudán han compartido una relación compleja. Antes del estallido del conflicto entre el líder del ejército sudanés Abdel Fattah al-Burhan y su exadjunto, el comandante de las RSF Mohamed Hamdan Dagalo (Hemedti), ambas naciones realizaron ejercicios militares conjuntos y coordinaron sus posiciones sobre el Gran Renacimiento Etíope.
En abril de 2023, surgieron tensiones entre Egipto y las RSF cuando estas últimas publicaron un video afirmando haber capturado soldados egipcios. Las RSF declararon que un batallón del ejército egipcio se había rendido en la ciudad de Merowe en medio de los combates en curso.
La reciente declaración de las RSF acusó a la fuerza aérea egipcia de bombardear campamentos de las RSF, incluido una masacre en el campamento de Karrari. Hemedti afirmó que el ejército egipcio había matado a cientos de civiles inocentes en varias regiones, incluidos Darfur y Jartum.
En respuesta, el ejército sudanés negó haber recibido aviones K-8 de Egipto, afirmando que ha operado este modelo durante más de 20 años. La última declaración de las RSF destacó la posición de Egipto en el apoyo al golpe militar contra el gobierno civil de transición en Sudán.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto negó cualquier participación militar en el conflicto sudanés y pidió a la comunidad internacional que examine las afirmaciones hechas por Hemedti. El ministerio enfatizó el compromiso de Egipto con la seguridad, estabilidad e integridad territorial de Sudán y sus esfuerzos para proporcionar asistencia humanitaria a los afectados por la guerra.
A pesar de sus lazos con el ejército sudanés, Egipto ha participado en esfuerzos de mediación liderados por EE. UU. y Arabia Saudita para resolver el conflicto, participando en conversaciones destinadas a cerrar las brechas entre las partes en guerra.
En resumen, las acusaciones de las RSF reflejan tensiones continuas y destacan las complejidades de la participación de Egipto en el conflicto interno de Sudán, mientras Egipto busca mantener su papel como fuerza estabilizadora en la región.