El 3 de octubre de 2024, Alemania conmemoró su Día de la Unidad con una serie de protestas contra la postura del gobierno sobre las guerras en Ucrania y el Medio Oriente. El canciller Olaf Scholz y el presidente Frank-Walter Steinmeier participaron en ceremonias oficiales en Schwerin, destacando las desigualdades persistentes entre las partes oriental y occidental del país.
Las protestas, organizadas bajo el lema 'Nunca Más Guerra', vieron a aproximadamente 30,000 manifestantes abogando por un alto en las entregas de armas a Ucrania e Israel. El movimiento, que incluye figuras políticas notables como Sahra Wagenknecht, busca impulsar al gobierno alemán hacia un enfoque más diplomático en lugar de militar.
Durante los eventos oficiales, el canciller Scholz enfatizó los desafíos planteados por fuerzas extremistas y populistas en Alemania, advirtiendo que estas tendencias podrían socavar la reputación internacional y la estabilidad económica del país. Reiteró la necesidad de unidad y estándares de vida iguales en todo el país, abordando particularmente las disparidades que aún existen décadas después de la reunificación.
Las protestas también incluyeron llamados a que Alemania firme el Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares, reflejando un sentimiento creciente en contra de los compromisos militares y el armamento nuclear. Los manifestantes expresaron solidaridad con aquellos afectados por los conflictos en Ucrania y Gaza, instando al gobierno a priorizar la paz sobre el apoyo militar.
El Día de la Unidad de este año no solo marcó una celebración de la reunificación de Alemania, sino que también sirvió como plataforma para un discurso político significativo sobre la política exterior del país y los desafíos internos.