Durango, un estado del norte de México, está atrayendo a fabricantes chinos de vehículos eléctricos (VE). Varias empresas han comenzado a operar en la región, lo que marca un cambio en la industria automotriz.
Solarever Electric Vehicles (SEV) inició las operaciones de su planta de ensamblaje de VE en Durango, con una capacidad de producción inicial de 5.000 vehículos anuales. Esta inversión es parte de la estrategia más amplia de Solarever para expandir su presencia en América del Norte.
Dos empresas chinas de VE se encuentran actualmente en negociaciones para construir plantas en Durango.
En noviembre de 2024, VinFast firmó un acuerdo con el Sindicato de Conductores de Durango para apoyar la transición al transporte público eléctrico. BYD, otro gigante chino de VE, enfrentó retrasos en sus planes de construir una planta en México debido a preocupaciones de China.
La expansión de los fabricantes chinos de VE en México ha sido influenciada por la política estadounidense. El gobierno mexicano, bajo presión de Estados Unidos, decidió no ofrecer incentivos a los fabricantes de automóviles chinos. Estos eventos resaltan las complejidades del comercio internacional y la inversión en el sector de los VE.