El 25 de noviembre de 2024, Healthy Futures, una organización líder en defensa de la salud y el clima, publicó un informe titulado "Aire tóxico, acción urgente: Revelando una crisis de salud por metano". El informe destaca los riesgos significativos para la salud que plantea el cambio climático en Australia, vinculando específicamente las emisiones de metano con la grave contaminación del aire, conocida como ozono troposférico.
Los hallazgos indican que el metano, emitido principalmente por las industrias del carbón y del gas, es un contribuyente importante a los problemas de salud, incluyendo el aumento de enfermedades relacionadas con el calor, problemas respiratorios y la inseguridad alimentaria debido a sus efectos perjudiciales sobre los cultivos. El informe enfatiza la necesidad urgente de que el gobierno australiano implemente medidas para reducir las emisiones de metano.
El Dr. John Van Der Kallen, reumatólogo, señaló que reducir las emisiones de metano podría llevar a una disminución rápida de su impacto atmosférico, ayudando potencialmente a mantener el calentamiento global por debajo del umbral de 1.5 grados Celsius establecido por el Acuerdo de París. El informe también discute los desafíos de salud mental exacerbados por el cambio climático, incluyendo la ansiedad y el duelo ecológico.
La Dra. Kim Loo, médica general en Western Sydney, declaró que la contaminación por metano es perjudicial y contribuye a varios problemas de salud, incluyendo el estrés por calor y enfermedades infecciosas. El informe hace un llamado a la acción gubernamental inmediata para mitigar las emisiones de metano, particularmente de operaciones de combustibles fósiles.