MADRID, 15 de noviembre de 2024 - Un recién descubierto sistema multiplanetario alrededor de una estrella similar al Sol incluye un planeta de período ultracorto con una de las densidades más altas jamás medidas. Los hallazgos, publicados en Scientific Reports, arrojan nueva luz sobre la formación y evolución de los planetas en entornos extremos.
El sistema, llamado K2-360, se encuentra aproximadamente a 750 años luz de la Tierra y consiste en dos planetas que orbitan una estrella similar a nuestro Sol. El primero, K2-360 b, es una super-Tierra con un período orbital corto, aproximadamente 1,6 veces el tamaño de la Tierra, que completa su órbita cada 21 horas. Con una masa 7,7 veces mayor que la de la Tierra, es el planeta de su tipo mejor caracterizado y denso descubierto hasta la fecha.
El segundo planeta, K2-360 c, es un planeta exterior más grande al menos 15 veces más masivo que la Tierra, que orbita cada 9,8 días. Este planeta no transita por su estrella, por lo que se desconoce su tamaño exacto.
John Livingston, autor principal del estudio del Centro de Astrobiología de Tokio, afirmó: "K2-360 b es realmente notable: es tan denso como el plomo, y concentra casi 8 masas terrestres en una bola apenas más grande que nuestro planeta." Esta densidad extrema sugiere que puede ser el núcleo despojado de un planeta que alguna vez fue más grande, que perdió sus capas externas debido a la intensa radiación de su estrella anfitriona cercana.
El descubrimiento fue posible gracias a la misión K2 de la NASA, que detectó por primera vez el planeta interior transitando frente a su estrella en 2016. Las observaciones de seguimiento con telescopios terrestres confirmaron la naturaleza del planeta y revelaron la presencia del compañero exterior.
Los investigadores creen que K2-360 b tiene una formación dinámica única. Las simulaciones por ordenador sugieren que el planeta exterior puede haber desempeñado un papel crucial en la migración del planeta interior hacia su órbita actual a través de un proceso conocido como migración de alta excentricidad.
El análisis del equipo sugiere que K2-360 b tiene una composición rocosa rica en hierro más similar a la de la Tierra que a la de Mercurio, con un núcleo de hierro estimado que constituye aproximadamente el 48% de su masa. Esto lo coloca más cerca de ser una "supertierra" que de un "supermercurio", a pesar de su densidad extrema.
Entender planetas como K2-360 b ayuda a reconstruir cómo se forman y evolucionan los planetas terrestres en diferentes condiciones a lo largo de la galaxia. El descubrimiento del sistema K2-360 proporciona información valiosa sobre las arquitecturas de los sistemas planetarios y los procesos que las conforman.