El 25 de octubre de 2024, los líderes de las naciones del G7 anunciaron un plan para extender préstamos por aproximadamente 50 mil millones de dólares a Ucrania. Esta decisión se tomó durante una declaración conjunta emitida por los países miembros.
Los préstamos se financiarán y reembolsarán utilizando ingresos de activos rusos congelados, según los líderes. Subrayaron su compromiso con el derecho internacional y sus respectivos sistemas legales en el proceso.
El G7 planea comenzar a desembolsar estos fondos para finales de 2024, con asignaciones destinadas a apoyar los esfuerzos de recuperación de Ucrania, así como a abordar las necesidades presupuestarias y militares.