Investigadores han desarrollado un método innovador para mejorar la durabilidad del plástico de cloruro de polivinilo (PVC), reduciendo significativamente su potencial de liberar microplásticos dañinos al medio ambiente. Esta innovación, liderada por Christo Sevov, profesor de química en la Universidad Estatal de Ohio, aborda un problema ambiental crítico, ya que el PVC se utiliza ampliamente en productos que van desde juguetes hasta empaques médicos y materiales de construcción.
Tradicionalmente, el PVC es quebradizo y débil, lo que requiere la adición de estabilizadores químicos conocidos como plastificantes. Sin embargo, estos plastificantes pueden degradarse con el tiempo, lo que lleva al debilitamiento del plástico y a la liberación de microplásticos, que son perjudiciales tanto para los humanos como para la vida silvestre.
La nueva técnica utiliza electricidad para unir permanentemente aditivos químicos a las moléculas de PVC, evitando la degradación y la subsiguiente liberación de microplásticos. Este proceso no solo mejora la durabilidad del PVC, sino que también permite a los científicos adaptar sus propiedades, haciéndolo más duro, más blando o más flexible según sea necesario para diversas aplicaciones.
Las implicaciones de esta investigación son significativas, ya que los microplásticos son una preocupación creciente, con estudios que sugieren que las personas pueden consumir entre 78,000 y 211,000 partículas de microplásticos anualmente. Al hacer que el PVC sea más duradero y menos propenso a la degradación, este método podría ayudar a mitigar la contaminación por plásticos.
Además, el reciclaje de PVC ha sido un desafío debido a las altas temperaturas requeridas, que pueden dañar aún más el plástico. El nuevo enfoque podría permitir que el PVC se reutilice varias veces antes de comenzar a degradarse, extendiendo así la vida útil de los productos de PVC y mejorando su sostenibilidad ambiental.
Aunque este descubrimiento es prometedor, Sevov señala que se necesita más investigación antes de que se puedan realizar aplicaciones comerciales. 'Hemos sentado las bases para una solución, pero aún queda mucho por explorar antes de abordar completamente el problema de los microplásticos', afirmó. Este método innovador tiene el potencial de revolucionar la producción y reutilización del PVC, haciéndolo más seguro para los consumidores y el medio ambiente.