Los aviones militares israelíes realizaron múltiples ataques aéreos en el sur de Beirut en la noche del 6 de octubre de 2024, apuntando a posiciones de Hezbollah. Los informes indican que cuatro ataques golpearon los suburbios del sur, con un ataque adicional en el área de Chweifat, lo que llevó a explosiones significativas y una rápida respuesta de ambulancias.
La violencia duró más de dos horas, con testigos describiendo llamas y un denso humo que se elevaba de las áreas afectadas. Los ataques provocaron una evacuación masiva mientras los residentes huían de la escena en medio del caos, algunos a pie o en motocicletas.
A pesar de los ataques en curso, el tráfico aéreo en el aeropuerto de Beirut continuó, con varios aviones aterrizando de manera segura. El ejército israelí justificó los ataques aéreos como acciones necesarias contra Hezbollah, instando a los residentes a evacuar los edificios afectados por su seguridad.
En un contexto más amplio, esta escalada se produce tras un período de intercambios de fuego limitados a lo largo de la frontera israelí-libanesa. El ejército israelí informó de pérdidas significativas entre los combatientes de Hezbollah, afirmando haber matado a 440 militantes y destruido 2,000 objetivos. Sin embargo, el conflicto también ha resultado en la muerte de cientos de civiles libaneses y ha desplazado aproximadamente a 1.2 millones de personas.
Esta intensificación del conflicto plantea preocupaciones sobre la estabilidad regional y la crisis humanitaria que se desarrolla en el Líbano, mientras los observadores internacionales exigen medidas urgentes para proteger a los civiles y desescalar las tensiones.