El 28 de septiembre de 2024, Estados Unidos anunció nuevos controles de exportación dirigidos a la tecnología y el equipo utilizados en la computación cuántica y los semiconductores avanzados de IA, intensificando sus esfuerzos por frenar los avances tecnológicos de China. Este movimiento se produce mientras EE.UU. busca mantener una ventaja tecnológica en medio de crecientes tensiones globales.
Las regulaciones prohibirán la importación de vehículos equipados con software o hardware chino, citando riesgos de seguridad asociados con vehículos conectados que podrían ser vulnerables a ataques cibernéticos. A partir del año modelo 2027, se prohibirán los vehículos con software chino, seguidos por aquellos con hardware chino en 2028.
Además, EE.UU. ha aumentado significativamente los aranceles sobre vehículos eléctricos y componentes chinos, reflejando una estrategia más amplia para limitar la penetración del mercado chino, particularmente en Europa y Asia, donde las exportaciones de automóviles chinos aumentaron un 29% en la primera mitad del año.
Estas acciones son parte de un enfoque integral de EE.UU. para asegurar tecnologías clave críticas para la seguridad nacional, incluyendo tecnología cuántica, IA y semiconductores avanzados, con el objetivo de evitar que China y Rusia mejoren sus capacidades militares a través de la cooperación tecnológica.
EE.UU. también está pidiendo a sus aliados que se alineen con sus políticas de control de exportaciones, reforzando un paisaje global dividido donde la cooperación entre naciones afines se considera esencial para mantener la superioridad tecnológica.
Las implicaciones de estos desarrollos podrían remodelar las cadenas de suministro globales y alterar la dinámica del comercio internacional, particularmente en el sector tecnológico, mientras las naciones navegan por las complejidades de un nuevo paisaje geopolítico.