Activistas de Greenpeace protestan contra las importaciones de gas ruso y estadounidense en Bélgica, instando a la UE a eliminar los combustibles fósiles para 2035

Activistas de Greenpeace Bélgica protestaron el jueves contra la llegada de importaciones de gas natural licuado (GNL) estadounidense y ruso al puerto de Zeebrugge. La protesta, en la que participaron ocho miembros portando pancartas, tenía como objetivo presionar a la Unión Europea para que abandone el gas fósil para 2035. Los activistas se enfrentaron al U.S. Marvel Swallow y a un buque cisterna de gas ruso, argumentando que la dependencia de las importaciones de gas compromete la seguridad energética y financia a los autócratas. Greenpeace insta a la UE a prohibir nuevos proyectos de combustibles fósiles, inversiones en combustibles fósiles y a eliminar gradualmente el gas fósil para 2035. Destacan que la dependencia de la UE de los combustibles fósiles conduce a un aumento de las facturas de energía, problemas de salud, destrucción del medio ambiente y cambio climático. Una carta abierta con más de 81.000 firmas apoya estas demandas.