El presidente Trump amenazó el jueves con sanciones secundarias a los países que compren productos petroleros iraníes. Esta acción podría cortar las relaciones comerciales de esos países con Estados Unidos. La amenaza se produce después de que se pospusieran las conversaciones nucleares previstas con Teherán.
Trump declaró que todas las compras de petróleo o productos petroquímicos iraníes deben cesar inmediatamente. Advirtió que cualquier país o persona que compre petróleo a Irán se enfrentará a sanciones secundarias. A estas entidades se les prohibiría entonces hacer negocios con Estados Unidos.
La amenaza parece dirigirse principalmente a China, descrita como el mayor importador de petróleo iraní. Esta medida forma parte de la campaña de "máxima presión" de Trump contra Irán. El objetivo es limitar la capacidad de Irán para financiar actividades terroristas y su programa nuclear.