El primer ministro eslovaco se enfrenta a protestas en medio de una crisis política y una postura prorusa

Editado por: Alla illuny

Se han programado protestas antigubernamentales en más de 50 ciudades y pueblos de Eslovaquia para el viernes, impulsadas por la postura prorusa del primer ministro Robert Fico y su reciente visita a Moscú en diciembre. Las protestas forman parte de una creciente ola de descontento tras el apretón de manos de Fico con el presidente ruso Vladimir Putin, que ha suscitado preocupaciones sobre el compromiso de Eslovaquia con la UE y la OTAN.

La posición prorusa de Fico ha exacerbado aún más la actual crisis dentro de la coalición gubernamental eslovaca, ya que muchos temen que tenga la intención de dirigir el país hacia el Este. Las políticas del gobierno, percibidas por muchos como una socavación de los valores democráticos y un daño a las relaciones con Ucrania, también han contribuido a los disturbios.

Fico, que fue expulsado de su tercer mandato como primer ministro en 2018 debido a protestas masivas, ha intentado reforzar el apoyo a su partido de izquierda Smer utilizando una retórica populista y prorusa. Sin embargo, esta estrategia ha alienado a los votantes moderados, lo que le ha llevado a apelar al electorado radical del país.

A pesar de la creciente presión, Fico ha intentado intimidar a sus críticos y a los socios de la coalición indisciplinados desestimando los llamamientos de la oposición a una moción de censura como un golpe de Estado orquestado desde el extranjero. También ha alarmado a las facciones pro-UE en Eslovaquia al anunciar planes para consagrar disposiciones anti-UE y anti-LGBTQ+ en la Constitución.

Los analistas sugieren que las tácticas de intimidación de Fico no disuadirán a los eslovacos de salir a las calles el viernes. Más de 100.000 personas en todo el país protestaron el 24 de enero bajo el lema «Eslovaquia es Europa». Sin embargo, sigue sin estar claro si Fico podrá mantener el control sobre sus socios de la coalición, Hlas y SNS, que han mostrado signos de disidencia.

Meses de agitación política han llevado a la disfunción y a las luchas internas por los nombramientos clave, mientras que las disputas de política exterior amenazan la ya frágil mayoría de la coalición. Ante la presión de la oposición para que se celebre una moción de censura, la coalición de Fico parece cada vez más inestable.

Aunque los analistas creen que el gobierno probablemente sobrevivirá por ahora, el comportamiento cada vez más extremo del primer ministro ha alienado a los votantes moderados, algunos de los cuales han declarado que ya no lo apoyarán si pone en peligro la pertenencia de Eslovaquia a la UE o la OTAN.

La conducta impredecible de Fico supone una amenaza adicional para la estabilidad del gobierno. Los críticos condenan su creciente agresión y paranoia, así como su persistente promoción de teorías de la conspiración. Más de 100 psiquiatras y psicólogos firmaron una carta abierta el mes pasado expresando su preocupación por la salud mental de Fico tras un intento de asesinato contra él en mayo del año pasado.

Fico ha alegado que la oposición orquestó el intento de asesinato y ahora está tratando de eliminarlo políticamente. Esto ha llevado a muchos a dudar de su capacidad para mantener unido al gobierno a largo plazo.

Si bien el futuro es incierto, muchos creen que las elecciones anticipadas son inevitables. La actual mayoría gubernamental es frágil y es poco probable que sobreviva los dos años y medio restantes de su mandato.

La orientación pro-Moscú de Fico es vista por algunos como una súplica de apoyo en la próxima campaña electoral, similar al respaldo aparente que han recibido los candidatos prorrusos en las recientes elecciones de Rumanía y Moldavia.

El partido PS de Simecka lidera actualmente las encuestas con el 23 % de los votos, mientras que el partido Smer de Fico está perdiendo popularidad. Esto sugiere que los partidos de la oposición podrían ser capaces de obtener suficientes votos para formar un nuevo gobierno.

Si finalmente se celebran elecciones en Eslovaquia, Hlas probablemente desempeñará un papel clave en la formación del nuevo gobierno, como lo hizo en 2023. Sin embargo, Hlas carece de una agenda clara, con algunas facciones abogando por políticas progresistas mientras que otras se asemejan a una versión renovada de Smer.

Si bien la oposición podría intentar persuadir a Hlas para que cambie de bando para mejorar su imagen tanto a nivel nacional como internacional, los analistas creen que es poco probable. El partido tuvo la oportunidad de hacerlo después de las últimas elecciones, pero finalmente optó por alinearse con Fico.

La situación actual deja a Eslovaquia atrapada en la inestabilidad política, con un panorama sombrío para el futuro inmediato. La coalición de Fico es cada vez más incapaz de gobernar, pero no está dispuesta a ceder el poder, mientras que la polarización social y política extrema sigue alimentando el riesgo de protestas.

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