El presidente colombiano Gustavo Petro condenó públicamente las detenciones de dos figuras de la oposición en Venezuela, exigiendo el respeto por los derechos humanos. Afirmó que las elecciones recientes celebradas el 28 de julio en Venezuela no fueron libres, lo que impide a Colombia reconocer su legitimidad.
Petro anunció el 8 de enero de 2025 que no asistirá a la toma de posesión de Nicolás Maduro programada para el 12 de enero. Mencionó específicamente la detención del ex candidato presidencial Enrique Márquez y de Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público, como razones clave para su ausencia.
En una declaración en redes sociales, Petro enfatizó la necesidad de liberar a todas las personas detenidas por razones políticas en Venezuela. Atribuyó la falta de elecciones libres a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, que, según él, han creado desafíos significativos para la población venezolana.
El gobierno colombiano ha expresado preocupaciones sobre la intimidación interna que afecta el proceso electoral, aunque Petro no proporcionó más detalles. Anteriormente había sugerido la posibilidad de nuevas elecciones en Venezuela.
Este anuncio se produce en medio de reacciones mixtas en Colombia, especialmente del ex presidente Juan Manuel Santos, quien instó a Petro a retirar al embajador colombiano en Caracas, tras comentarios de que el embajador asistiría a la toma de posesión de Maduro.
Colombia y Venezuela comparten una frontera porosa de 2,200 kilómetros, donde operan grupos armados, incluida la guerrilla del ELN. Caracas también ha sido un lugar para negociaciones entre el gobierno colombiano y diversas organizaciones paramilitares.