El 6 de enero de 2025, el primer ministro británico Keir Starmer enfrentó desafíos políticos cuando Elon Musk, una figura prominente en la política estadounidense y asesor cercano del presidente electo Donald Trump, criticó tanto a Starmer como a Nigel Farage. Musk, conocido por su papel influyente y su riqueza, se ha opuesto abiertamente al Partido Laborista de Starmer desde su victoria electoral en julio de 2024.
En un giro sorprendente, Musk dirigió su crítica hacia Farage, el líder de Reform UK, afirmando en la plataforma de redes sociales X que Farage 'no tiene lo que se necesita' y debería ser reemplazado. Este desarrollo señala un cambio en las alianzas políticas de Musk y añade a las complejidades en curso de la política británica mientras el país navega su relación con la próxima administración de Trump.