El 4 de enero de 2025, el sector automotriz de Alemania enfrenta desafíos significativos, especialmente para Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles del país. La empresa ha anunciado planes para cerrar varias fábricas por primera vez en su historia, tras un acuerdo con los sindicatos que busca eliminar más de 35,000 empleos y reducir la capacidad de producción en casi una cuarta parte.
El acuerdo, descrito como un 'milagro navideño', no llevará a despidos inmediatos ni al cierre de plantas, pero ofrecerá a los trabajadores opciones de jubilación anticipada y indemnizaciones hasta 2030. Sin embargo, esto resultará en una reducción de más de 700,000 vehículos producidos anualmente.
Otros fabricantes de automóviles y proveedores de piezas también se están preparando para despidos masivos en medio de la crisis, que se atribuye a una combinación de factores que incluyen la transición a vehículos eléctricos y una mayor competencia de actores globales como Tesla y fabricantes chinos.
Los analistas destacan que la cesación de subsidios para vehículos eléctricos en diciembre de 2023 y la infraestructura de carga inadecuada están agravando la situación, lo que lleva a una disminución de las ventas.
Los expertos de la industria enfatizan que el futuro del transporte radica en la movilidad eléctrica, con China actualmente liderando el mercado global. Advierten que si las tendencias actuales continúan, Alemania podría ver una disminución de 186,000 empleos en el sector automotriz para 2035 en comparación con los niveles de 2019.
A medida que la industria enfrenta estos desafíos estructurales, crecen las demandas de acción política, con exigencias de reducir la burocracia y sistemas fiscales más competitivos. Los expertos predicen que los próximos años serán críticos para la industria automotriz alemana mientras navega por estos problemas complejos.