La policía brasileña ha acusado al expresidente Jair Bolsonaro de estar activamente involucrado en un intento de golpe de estado contra su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva, tras su derrota en las elecciones de 2022. Un informe completo de 900 páginas indica que Bolsonaro fue una 'figura clave' en la planificación del golpe y participó en 'reuniones estratégicas' destinadas a mantener el poder después de la derrota electoral.
El presunto golpe tenía como objetivo socavar el estado de derecho en Brasil, pero finalmente fracasó. El caso contra Bolsonaro y 36 personas más ha sido remitido a la fiscalía pública de Brasil. El jefe de la policía federal, Paulo Gunt, declaró que el fiscal decidirá si se debe acusar formalmente a Bolsonaro o concluir la investigación.
En respuesta a las acusaciones de participación en el golpe fallido, Bolsonaro ha afirmado su inocencia y se ha presentado como víctima de persecución política. Este intento de golpe siguió a violentos disturbios por parte de los partidarios de Bolsonaro después de su derrota electoral. En enero de 2023, sus seguidores asaltaron el Congreso, el palacio presidencial y la Corte Suprema, causando daños significativos.
En ese momento, los partidarios extremistas de Bolsonaro organizaron protestas y bloquearon calles en varios estados, incluidos Río de Janeiro, São Paulo y Brasilia, exigiendo intervención militar. Según el informe policial, el golpe fue frustrado debido a la negativa del jefe del ejército, Marco Antônio Freire Gomes, y otros altos funcionarios militares a colaborar con los 'golpistas.'
El informe también menciona que cuatro soldados han sido arrestados por su participación en un posible complot de asesinato contra Lula, el actual presidente de izquierda de Brasil.