Moody's Ratings ha rebajado la perspectiva crediticia de México de estable a negativa, citando preocupaciones de que los recientes cambios constitucionales puedan afectar negativamente la estabilidad económica del país. La agencia mantuvo la calificación de México en Baa2, que está dos niveles por encima del estatus de basura.
Moody's enfatizó que el país enfrenta desafíos en la consolidación fiscal, agravados por un deterioro en la asequibilidad de la deuda y un déficit más amplio previsto para 2024.