El 13 de noviembre de 2024, el Parlamento Europeo se reunió en Bruselas para discutir la creciente crisis democrática en Georgia, provocada por alegaciones de fraude electoral en las recientes elecciones parlamentarias. Los observadores informaron sobre un clima de intimidación y desinformación en torno al proceso de votación.
Varios miembros del Parlamento Europeo (MEP) compartieron sus observaciones sobre las elecciones del 26 de octubre. Marketa Gregorova, representante del grupo Verde, destacó sus preocupaciones sobre la manipulación electoral y la intimidación de votantes, contrastando con sus experiencias en elecciones anteriores en Georgia.
Nathalie Loiseau, miembro del grupo Renew Europe, enumeró diversas violaciones, incluyendo el relleno de urnas y la confiscación de documentos de identificación, pidiendo una investigación sobre estas irregularidades. El Vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, reconoció las graves violaciones de estándares democráticos durante las elecciones y señaló que el partido gobernante, Sueño Georgiano, había explotado sus recursos para infundir miedo entre los votantes.
Mientras algunos MEP condenaron las elecciones como antidemocráticas, otros de las facciones de extrema derecha y extrema izquierda argumentaron que las elecciones fueron legítimas y que la Unión Europea (UE) debería aceptar los resultados. Hans Neuhoff del grupo Identidad y Democracia afirmó que no había señales de represión y que la oposición tenía libertad para criticar al gobierno.
Lukas Sieper, un MEP independiente de Alemania, comentó sobre las evaluaciones contradictorias de la legitimidad de las elecciones, enfatizando las implicaciones más amplias para el panorama político de Georgia, que él argumentó se estaba alineando cada vez más con prácticas no democráticas observadas en Rusia.
La UE ya ha reducido los contactos políticos y suspendido la ayuda financiera a Georgia en respuesta a este retroceso democrático percibido. Schinas señaló que Tbilisi había perdido 30 millones de euros en asistencia europea y 121 millones de euros en apoyo gubernamental directo debido a estos problemas.
Para restaurar relaciones plenas, la UE ha delineado condiciones para el gobierno georgiano, incluyendo un compromiso con reformas y la cesación de campañas de desinformación. Los MEP están considerando varias sanciones, incluyendo la cancelación de viajes sin visa y la completa cesación de la ayuda de la UE.
El Parlamento Europeo está programado para finalizar su posición sobre Georgia en una resolución durante su próxima sesión en diciembre.