El 10 de noviembre de 2024, el presidente electo de EE. UU., Donald Trump, mantuvo una conversación telefónica con el presidente ruso Vladimir Putin, durante la cual le aconsejó no intensificar el conflicto en Ucrania. Según informes, Trump recordó a Putin la significativa presencia militar de EE. UU. en Europa y expresó interés en discusiones de seguimiento para resolver la guerra en Ucrania. Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania declaró que no fue informado con antelación sobre la llamada, contradiciendo informes anteriores.
En anticipación a un posible cambio en la política exterior de EE. UU. tras la toma de posesión de Trump, la administración Biden ha acelerado el envío de ayuda militar a Ucrania. Esta iniciativa busca enviar miles de millones de dólares en equipo militar antes de que Trump asuma el cargo el 20 de enero de 2025. Sin embargo, funcionarios han planteado preocupaciones sobre los desafíos logísticos y el agotamiento de las reservas estadounidenses.
El presidente Joe Biden está llevando a cabo una campaña activa para continuar apoyando a Ucrania hasta el final de su mandato. El asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, confirmó que la administración actual tiene la intención de entregar toda la asistencia prometida a Ucrania para contrarrestar la agresión rusa antes de la toma de posesión de Trump. Biden busca convencer a los republicanos de que Ucrania necesitará apoyo continuo, independientemente de los acontecimientos en el campo de batalla.
Se espera una reunión entre Biden y Trump el 13 de noviembre de 2024, donde se discutirán temas sobre Ucrania y otros asuntos urgentes. Trump ha declarado anteriormente que cree que un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania podría lograrse rápidamente tras su regreso a la presidencia.