El 7 de noviembre de 2024, los analistas anticipan que Donald Trump, al asumir como el 47º presidente de los Estados Unidos el 20 de enero, implementará rápidamente varias de sus políticas económicas propuestas. Entre estas, se espera que la imposición de aranceles sea una prioridad, dirigiéndose particularmente a las importaciones de China y otros socios comerciales clave como Canadá y la Unión Europea. Trump ha indicado previamente planes para aranceles que van del 10 % al 20 % sobre las importaciones, con un potencial del 60 % sobre productos chinos.
Los mercados bursátiles europeos reaccionaron a estos aranceles anticipados, con caídas notables en las acciones de grandes fabricantes de automóviles alemanes como Mercedes-Benz y BMW, que cayeron aproximadamente un 6,5 % cada uno. Los economistas advierten que la estrategia arancelaria de Trump podría provocar importantes interrupciones en el sistema comercial global.
Además de las políticas comerciales, se proyecta que las medidas fiscales dominen las discusiones en Washington, especialmente con la expiración de los recortes de impuestos existentes y la necesidad de abordar el límite de la deuda. Con los republicanos obteniendo el control del Senado y potencialmente de la Cámara de Representantes, se anticipa un paso oportuno de los cambios en la política fiscal.
Se espera que la política de inmigración bajo la nueva administración se vuelva más restrictiva para mediados de 2025, centrándose en reducir las admisiones de refugiados y restablecer los Protocolos de Protección de Migrantes, que obligarían a los solicitantes de asilo a permanecer en México durante sus procedimientos de inmigración.
Además, se informa que Trump está considerando nombrar al exdirector de Inteligencia Nacional John Ratcliffe como el nuevo jefe de la Agencia Central de Inteligencia, lo que señala un posible cambio en las prioridades de liderazgo dentro de la comunidad de inteligencia.