Una estudiante fue detenida en Teherán el 2 de noviembre de 2024, tras realizar una protesta desnudándose hasta la ropa interior. Videos del incidente circularon en las redes sociales iraníes, mostrando a la estudiante caminando por la calle y luego sentada en un parapeto de piedra cerca de la Universidad Azad.
En otro video, hombres de civil la obligan a entrar en un vehículo y la llevan. Según el Amir Kabir Newsletter, la protesta fue provocada cuando miembros de la milicia Basij la confrontaron por su 'inadecuado' hijab, lo que llevó a que le desgarraran la ropa. Los informes indican que durante su detención fue agredida, incluyendo un golpe en la cabeza contra la puerta del coche, lo que provocó sangrado.
La organización de derechos humanos Amnistía Internacional ha pedido la liberación inmediata e incondicional de la estudiante, condenando su dura detención tras protestar contra la aplicación de códigos de vestimenta obligatorios por parte del personal de seguridad. Subrayaron la necesidad de una investigación independiente sobre las alegaciones de golpizas y violencia sexual durante su detención.
Un representante de la universidad afirmó que la detenida sufre de problemas mentales y fue enviada a una clínica.
Irán experimentó protestas a nivel nacional en 2022 tras la muerte de Mahsa Amini, una ciudadana iraní de origen kurdo detenida por la policía de moralidad por supuestamente llevar mal el hijab. Estas protestas, durante las cuales las mujeres se quitaron y a veces quemaron sus pañuelos, solo cesaron tras severas represiones que resultaron en más de 550 muertes y miles de arrestos. El Parlamento Europeo otorgó póstumamente a Amini el Premio Sájarov a la Libertad de Pensamiento. También se realizaron protestas en los primeros y segundos aniversarios de su muerte.
En Irán, las mujeres están obligadas a cubrirse el cabello con un hijab y usar ropa holgada. Las autoridades amenazan con 'persecución implacable' a las infractoras, que se identificarán mediante 'cámaras inteligentes'. Actualmente, el parlamento está revisando un proyecto de ley para endurecer las reglas sobre el hijab, que ya ha sido aprobado por el Consejo de Guardianes, un organismo compuesto por clérigos islámicos conservadores.