El 1 de noviembre de 2024, los partidarios del expresidente Evo Morales asaltaron una base militar en Bolivia, tomando como rehenes a soldados mientras las protestas contra el gobierno actual se intensificaban. El incidente ocurrió en el regimiento 'Cacique Juan Maraza' en Villa Tunari, ubicado en la región tropical de Cochabamba.
Las fuerzas armadas bolivianas informaron que un 'grupo armado irregular' atacó la base, apoderándose de personal militar, armas y municiones. En un comunicado, los líderes militares condenaron las acciones como una posible 'traición a la patria' y pidieron la liberación inmediata y pacífica de los rehenes.
Un video difundido por soldados en la base reveló las graves condiciones que enfrentaban, incluyendo la falta de agua y electricidad. Los soldados instaron al gobierno del presidente Luis Arce a no intervenir en los bloqueos de carreteras establecidos por los partidarios de Morales, citando amenazas a sus vidas.
La situación se ha intensificado tras 19 días de protestas, con los seguidores de Morales exigiendo su regreso al poder. Morales se encuentra actualmente escondido en la región del Chapare, temiendo un arresto relacionado con cargos de trata de personas y estupro.
A medida que aumentan las tensiones, las fuerzas militares y policiales bolivianas han comenzado a despejar los bloqueos en carreteras clave, alimentando aún más el descontento entre los partidarios de Morales.