SINGAPUR, 22 de octubre - La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha instado al sudeste asiático a aumentar significativamente sus inversiones en energía limpia a 190 mil millones de dólares para 2035, lo que equivale aproximadamente a cinco veces el nivel actual. Esta recomendación forma parte de un esfuerzo más amplio para cumplir con los objetivos climáticos de la región.
El informe de la AIE enfatiza que el aumento de las inversiones energéticas debe ir acompañado de estrategias destinadas a reducir las emisiones de las plantas de energía de carbón de la región. El informe destaca las preocupaciones sobre el impacto de la rápida expansión económica en la seguridad energética y los objetivos climáticos.
A pesar de un impulso por parte de las naciones occidentales más ricas para acelerar el cierre de las plantas de carbón en los mercados emergentes, el progreso se ha estancado. Una fecha límite en julio para el cierre anticipado de un proyecto piloto indonesio pasó sin una resolución.
Se prevé que la demanda de electricidad en el sudeste asiático crezca a una tasa anual del 4 % en los próximos años. Se espera que fuentes de energía limpia como la eólica, la solar, la bioenergía moderna y la geotermia contribuyan a más de un tercio de este crecimiento para 2035, según la AIE.
Sin embargo, este cambio no se anticipa que sea suficiente para frenar las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía de la región, que se espera que aumenten un 35 % para mediados de siglo. El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, señaló que el ritmo de expansión de las tecnologías de energía limpia es insuficiente y que la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles plantea riesgos significativos para el futuro.
Actualmente, el sudeste asiático atrae solo el 2 % de las inversiones globales en energía limpia, a pesar de representar el 6 % del PIB global, el 5 % de la demanda energética mundial y albergar el 9 % de la población mundial. Para apoyar una mayor participación de energía renovable, se espera que la inversión anual en la red eléctrica de la región casi se duplique a aproximadamente 30 mil millones de dólares para 2035.