Se proyecta que el uso de energía nuclear alcanzará niveles récord este año, con defensores que la etiquetan como "energía limpia" y abogan por un mayor papel en la lucha contra el cambio climático. Si bien la energía nuclear genera electricidad sin emisiones dañinas, plantea varios desafíos ambientales, incluidas las emisiones indirectas de las minas de uranio, el agua contaminada, los desechos radiactivos y el potencial de desastres similares a Chernobyl.
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), se espera que la energía nuclear represente casi el 10 % de la producción mundial de electricidad para 2025, marcando un máximo en 30 años. El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, atribuye este aumento en parte a China y a la creciente demanda de energía de tecnologías como la inteligencia artificial y los centros de datos.
En los últimos meses, importantes empresas tecnológicas como Meta, Amazon, Microsoft y Google han anunciado planes para invertir en energía nuclear bajo el lema de la neutralidad de CO2, a pesar de compromisos anteriores para depender únicamente de fuentes renovables. A medida que se agota el tiempo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y controlar el calentamiento global, algunos políticos y financistas están abogando por un renovado énfasis en la energía nuclear.
Casi dos años después de que Alemania cerrara sus últimos reactores nucleares, la oposición de la Unión Demócrata Cristiana (CDU/CSU) ha hecho un llamado público para aumentar la investigación en tecnología nuclear, incluidas las discusiones sobre la posible reactivación de reactores desactivados. Con una campaña electoral en curso en Alemania, el programa de la CDU/CSU establece que la energía nuclear debería desempeñar un papel significativo, especialmente en relación con los objetivos climáticos y la seguridad del suministro.
El candidato a canciller de la CDU/CSU, Friedrich Merz, describió el cierre de las plantas nucleares en Alemania como un "error estratégico", aunque reconoció que no es realista reiniciar los reactores desactivados. El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) también apoya un regreso a la energía nuclear, argumentando que es un "mix energético sostenible y serio", mientras que el actual gobierno minoritario, compuesto por socialdemócratas y verdes, ha excluido un regreso a la energía nuclear.
En los EE. UU., Amazon y Google planean comprar electricidad de pequeños reactores modulares, plantas nucleares modernas con una capacidad de menos de 300 MW, que representan solo un tercio de la capacidad de una planta nuclear tradicional. Los centros de datos y la inteligencia artificial consumen actualmente entre el 1 % y el 3 % del suministro energético mundial, y se espera que esta demanda se duplique para 2030. Joe Dominguez, director ejecutivo de Constellation Energy, afirmó que las plantas nucleares son la única opción viable para satisfacer las necesidades energéticas constantes de los centros de datos.
Si bien la industria asegura que los pequeños reactores modulares son una solución segura, los activistas climáticos argumentan que esta tecnología aún no ha sido probada lo suficiente para su uso comercial. Hasta la fecha, solo se han construido dos de estos reactores, diseñados por Rusia y China. El Informe sobre el Estado de la Industria Nuclear Mundial (WNISR), financiado en parte por el Ministerio de Medio Ambiente de Alemania, señala que ambos reactores tardaron de dos a tres veces más en construirse de lo que se había planeado originalmente, superaron sus presupuestos y no lograron alcanzar los objetivos de producción de energía establecidos.
La industria nuclear sostiene que estos retrasos no fueron sorprendentes, dado que los primeros pequeños reactores modulares construidos en Rusia y China eran proyectos piloto. Se espera que los proyectos futuros se construyan más rápidamente, según Henry Preston, portavoz de la Asociación Mundial Nuclear (WNA). Sin embargo, el analista independiente de energía nuclear Mycle Schneider afirmó que esto solo sería posible mediante la reproducción de módulos idénticos o casi idénticos, en lugar de plantas modulares variadas, como es el caso en Rusia y China.
Los expertos enfatizan que, si bien la energía eólica y solar probablemente jugarán un papel crucial en la sustitución de los combustibles fósiles, es poco práctico confiar completamente en estas fuentes debido a su dependencia de la disponibilidad natural del viento y la luz solar. Tras la Conferencia Climática de 2023 en Dubái, 31 países, incluidos grandes actores nucleares como Francia, el Reino Unido, EE. UU. y Japón, se comprometieron a triplicar sus capacidades nucleares para 2050.
Sin embargo, el informe WNISR expresa escepticismo sobre este compromiso, destacando varios obstáculos potenciales: altos costos de mantenimiento, largos períodos de construcción y falta de capacidad industrial. El informe sugiere que se necesitarían construir más de 1,000 nuevos reactores para triplicar las capacidades actuales, un objetivo que podría ser difícil de lograr con pequeños reactores modulares, según el análisis de Schneider publicado en el Bulletin of the Atomic Scientists en 2023.