El 15 de octubre de 2024, la Corte Suprema de EE.UU. se negó a escuchar un desafío de Uber Technologies y su filial Postmates sobre la Ley de California Assembly Bill 5 (AB5). Esta ley obliga a las empresas a tratar a los conductores como empleados en lugar de contratistas independientes. La decisión de la Corte sigue a un fallo del 9.º Circuito de la Corte de Apelaciones de EE.UU., que determinó que Uber no pudo demostrar que AB5 atacaba injustamente a los servicios de transporte basados en aplicaciones mientras eximía a otras industrias.
Actualmente, los conductores de servicios basados en aplicaciones están exentos de AB5 debido a la Proposición 22, una iniciativa respaldada por la industria aprobada por los votantes de California en 2020. La Corte Suprema de California confirmó la Proposición 22 en julio, rechazando las reclamaciones de los sindicatos de que violaba disposiciones constitucionales estatales.
Theane Evangelis, representante de Uber, argumentó que AB5 estaba dirigida inapropiadamente a los servicios basados en aplicaciones. Destacó que la Proposición 22 permite a los conductores mantener su independencia y al mismo tiempo recibir beneficios significativos, que hasta ahora ascienden a más de 1 mil millones de dólares.
AB5 eleva el umbral para clasificar a los trabajadores como contratistas independientes, exigiendo la prueba de que operan de manera independiente del control de la empresa. Esta ley ha enfrentado desafíos, incluida una regla federal del Departamento de Trabajo de EE.UU. que complica las clasificaciones de contratistas independientes bajo la ley federal.
Uber y Postmates, junto con dos conductores, presentaron una demanda contra AB5 en 2019, alegando que atacaba inconstitucionalmente a su industria. Un juez federal desestimó el caso en una etapa temprana, pero un fallo posterior lo revivió antes de que el 9.º Circuito finalmente fallara en contra de las empresas.