El 7 de octubre de 2024, la Corte Suprema de EE.UU. solicitó la opinión de la administración del presidente Joe Biden sobre si permitir que 19 estados liderados por republicanos bloqueen a cinco estados liderados por demócratas en sus demandas por cambio climático contra grandes empresas de petróleo y gas en tribunales estatales. Este caso, que los expertos han calificado como poco probable, podría tener implicaciones significativas para el litigio climático en Estados Unidos.
Las demandas, presentadas por California, Connecticut, Minnesota, Nueva Jersey y Rhode Island, acusan a empresas como Exxon, ConocoPhillips, Shell y BP de crear una molestia pública y violar leyes estatales al ocultar los impactos del consumo de combustibles fósiles en el cambio climático. Los estados liderados por republicanos argumentan que estas demandas intentan regular las emisiones globales, lo que, según ellos, es responsabilidad del gobierno federal.
El fiscal general de California, Rob Bonta, quien representa a los estados liderados por demócratas, desestimó las afirmaciones de los estados republicanos como 'novedosas y sin mérito', afirmando que las demandas no buscan imponer responsabilidad a las empresas petroleras por su producción de combustibles fósiles en general, sino abordar daños locales resultantes de conductas engañosas por parte de los demandados.
Este caso, titulado Alabama contra California, es significativo ya que podría sentar un precedente sobre cómo se manejan las demandas relacionadas con el cambio climático a nivel estatal, afectando potencialmente el panorama regulatorio para las empresas energéticas en todo el país.