Las inundaciones y deslizamientos de tierra severos en Bosnia y Herzegovina han resultado en al menos 14 muertes hasta el 4 de octubre de 2024, con una cifra que se espera que aumente. La zona más afectada es Jablanica, ubicada aproximadamente a 70 kilómetros al suroeste de Sarajevo, donde los equipos de rescate buscan a personas desaparecidas.
Las fuertes lluvias provocaron el desbordamiento de los ríos, inundando numerosas casas y causando deslizamientos de tierra en Jablanica. Los informes indican que la ciudad, con una población de alrededor de 4,000, estuvo aislada durante horas hasta que las operaciones de rescate pudieron llegar al área. Los medios locales compartieron imágenes de casas sumergidas en barro, con solo el minarete de una mezquita visible.
El Primer Ministro Nermin Niksic de la Federación de Bosnia y Herzegovina describió la situación como extremadamente grave, afirmando que muchos residentes no pueden abandonar sus hogares. En la cercana Kiseljak, a unos 20 kilómetros de Sarajevo, también se informaron numerosas propiedades y vehículos bajo el agua.
Los esfuerzos de rescate están en marcha, con servicios de emergencia utilizando botes para evacuar a los residentes y helicópteros desplegados para rescatar a 17 personas de un hospital. Las condiciones climáticas actuales se describen como las peores desde 2014, cuando más de 20 personas murieron en inundaciones similares.
Los científicos han señalado un aumento en los eventos climáticos extremos debido al cambio climático, y se han emitido advertencias de inundaciones adicionales para Croacia, Montenegro y Serbia.
Esta catástrofe destaca el creciente impacto de los eventos relacionados con el clima en regiones vulnerables, planteando preocupaciones sobre la preparación y las estrategias de respuesta ante el cambio de patrones climáticos.