El 1 de febrero de 2025, al menos 54 personas murieron y 158 resultaron heridas en un ataque de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en el mercado de Sabreen en Omdurman, Sudán, según el Ministerio de Salud sudanés. El ministerio condenó el asalto y expresó sus condolencias a las víctimas, deseando una pronta recuperación a los heridos.
El ministro de Información sudanés, Khaled Ali Al-Aisr, declaró que el ataque resultó en numerosas víctimas, incluidos niños, mujeres y ancianos, junto con una destrucción significativa de propiedades privadas y públicas. Imágenes perturbadoras compartidas en las redes sociales mostraban a las víctimas tendidas en el suelo del mercado.
Una fuente médica del hospital Al-No, que deseaba permanecer en el anonimato, informó que continuaban llegando heridos al hospital tras el ataque atribuido a las RSF. Un sobreviviente relató que los proyectiles de artillería cayeron en el mercado de verduras, lo que explica el alto número de víctimas.
Voluntarios en el hospital Al-No indicaron la necesidad de sudarios, donantes de sangre y camillas para transportar a los heridos. El hospital es una de las últimas instalaciones médicas que aún funcionan en la región y ha sido objeto de múltiples ataques anteriormente.
Testigos informaron que la fuente de los bombardeos provenía del oeste de Omdurman, una zona que todavía está bajo control de las RSF. Los residentes describieron el bombardeo en curso, señalando que cohetes y obuses estaban cayendo en varios lugares.
Este incidente coincidió con el anuncio del ejército sudanés sobre la ruptura del cerco impuesto por las RSF a su cuartel general en la capital. El ejército informó haber recuperado el control del cuartel del Cuerpo de Señales y haber expulsado a las fuerzas de las RSF de la refinería de petróleo de Jili, al norte de Jartum.
Desde abril de 2023, Sudán ha estado inmerso en un brutal conflicto entre el ejército, liderado por Abdel Fattah al-Burhan, y las RSF, comandadas por el exvicepresidente Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como 'Hemedti'. Ambas facciones enfrentan acusaciones de crímenes de guerra, en particular el ataque a civiles y la realización de bombardeos indiscriminados sobre hogares, mercados y hospitales, mientras obstaculizan el acceso a la ayuda humanitaria.
El conflicto en curso ha provocado una catástrofe humanitaria, con decenas de miles de muertes y el desplazamiento de más de 12 millones de personas, mientras millones están al borde de la hambruna. Los informes indican que aproximadamente 26,000 personas han sido asesinadas en Jartum entre abril de 2023 y junio de 2024. Barrios enteros han sido despojados de sus habitantes, y 3.6 millones de personas han huido de la capital, según datos de las Naciones Unidas.
Al menos 106,000 personas en la capital enfrentan hambruna, mientras que 3.2 millones sufren niveles críticos de hambre, según agencias de la ONU. Antes de finalizar su mandato, el expresidente estadounidense Joe Biden impuso sanciones a Burhan, acusando al ejército sudanés de atacar escuelas, mercados y hospitales, y de utilizar la privación de alimentos como arma en la guerra. Estas sanciones siguieron a medidas similares contra Dagalo, a quien se acusó de cometer genocidio y violaciones graves de derechos humanos en Darfur.