El Proceso de Berlín, que tiene como objetivo fomentar la cooperación entre los países de los Balcanes occidentales, está a punto de celebrar su 10º aniversario el 14 de octubre de 2024. En la antesala de la cumbre principal, los ministros de Asuntos Exteriores de los países participantes se reunieron en Berlín para abordar cuestiones urgentes que afectan la integración regional y la colaboración económica.
La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, enfatizó la importancia de convertir la próxima cumbre en un momento crucial tanto para la integración europea como para la cooperación económica entre las naciones de los Balcanes occidentales. Un punto de controversia significativo sigue siendo la implementación del Acuerdo de Libre Comercio de Europa Central (CEFTA), que actualmente se ve obstaculizado por bloqueos comerciales, especialmente entre Serbia y Kosovo.
Baerbock mantuvo conversaciones con el ministro serbio de Asuntos Exteriores, Marko Djuric, y la presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, antes de la conferencia, destacando la urgencia de resolver estas disputas comerciales. La ministra de Asuntos Exteriores de Kosovo, Donika Gerwalla-Schwarz, declaró que la CEFTA no se discutiría en Berlín, centrándose en cambio en pasos incrementales hacia la cooperación regional.
A pesar de cierto pesimismo, el ministro croata de Asuntos Exteriores, Gordan Grlic-Radman, expresó optimismo sobre alcanzar un acuerdo sobre la CEFTA, mientras que el ministro bosnio, Elmedin Konaković, reconoció la necesidad crítica de actuar rápidamente para frenar la fuga de cerebros en la región.
La declaración conjunta de los ministros de Asuntos Exteriores incluyó compromisos para fortalecer la cooperación regional y mejorar las relaciones vecinales, aunque no se mencionó la CEFTA. Las discusiones también abordaron la movilidad académica y la armonización de las políticas de inversión con los estándares de la UE.
Baerbock reiteró la importancia geopolítica del Proceso de Berlín, especialmente a la luz de la influencia de Rusia en la región, subrayando la necesidad de unidad y estabilidad europeas en los Balcanes occidentales. A medida que se acerca la cumbre, el enfoque sigue siendo obtener resultados tangibles que puedan solidificar el futuro del Proceso de Berlín y su impacto en la región.