Menos de seis meses después de que la Unión Europea (UE) aprobara un paquete de reformas integral para abordar su sistema de asilo, el acuerdo está amenazado debido al creciente influjo político de la extrema derecha en los Estados miembros. El pacto de migración y asilo de la UE, que busca distribuir los costos de los solicitantes de asilo de manera más equitativa y mejorar la protección de las fronteras, está previsto que entre en vigor en 2026.
Anuncios recientes de varios países, incluidos Francia y Alemania, indican un endurecimiento de las políticas de asilo nacionales. El nuevo gobierno de derecha de Francia planea endurecer sus fronteras, mientras que la coalición de centro-izquierda de Alemania ha aumentado los controles en las fronteras internas de la UE en respuesta a los éxitos electorales de la extrema derecha. Los Países Bajos han propuesto lo que llaman 'la política migratoria más dura de la historia', buscando una excepción del acuerdo vinculante legalmente.
Los expertos advierten que no se debe interpretar estas declaraciones políticas como cambios definitivos, señalando que el trabajo técnico sobre el pacto continúa. Las nuevas reglas requieren un examen exhaustivo de los solicitantes de asilo dentro de los siete días posteriores a su llegada y permiten deportaciones aceleradas. Sin embargo, el mecanismo del pacto para reubicar refugiados entre los Estados miembros sigue siendo controvertido, particularmente para países como Hungría.
A pesar de los desafíos, los analistas creen que el pacto es crucial para mantener un sistema común de asilo europeo. El fracaso en mantener el acuerdo podría tener repercusiones significativas para el enfoque de la UE sobre la migración y el asilo, con posibles crisis humanitarias a la vista si la situación empeora aún más.
Mientras los Estados miembros se preparan para finalizar sus planes de implementación para finales de año, el futuro de la política de asilo de la UE está en juego.